¿Y si tu gato pudiera escribirte una carta?

Una carta íntima.

Simbólica.

Escrita desde la voz de tu gato.

Para ayudarte a comprender lo que no se ve, no se dice…

pero se siente.

Tú crees que con amarlo como a un hijo es suficiente.

Pero no.

Porque tener un gato no es como tener un hijo.

Y amarlo “como a un hijo” muchas veces no le llega.

Tu gato no necesita tu amor humano.

Necesita que lo entiendas como gato.

Que leas sus gestos.

Que escuches sus silencios.

Y que dejes de forzarle a entrar en una relación que no pidió…

pero que sí merece.

Y aquí viene lo más inesperado.

Tu gato ya ha intentado decírtelo.

Con una mirada.

Con un maullido a deshora.

Con esa conducta que no sabes cómo manejar.

Sobre la carta

No es un manual.

No es una guía de tips.

Es una carta lenta, sutil, íntima.

Una invitación a miraros de nuevo.

A comprenderos desde otro lugar.

A darte permiso para dejar de hacerlo todo bien… y empezar a hacerlo real.

¿Es para mí?

Sí, si sientes que hay algo en su gato que no entiendes del todo.

Sí, si le amas pero no siempre sabes cómo cuidarle mejor.

Sí, si quieres reconectar, sin culpa, sin drama.

¿Quieres recibirla?

Te la mando.

Solo dime a dónde.

P.D. : Esta carta podría habértela escrito tu gato.

Pero la he escrito yo, para ayudarte a volver a escucharle.